4/09/2014

Avance a intervalos y ensaño y error como forma de vida, con mapas insaid y aplicación de la escritura.

Solo basándonos en el título, habrá quien juzgue quizá deasiado rápido y piense que es algo bastante mediocre (yo lo haría :3). Ahora bien, ¿No es acaso mejor el ensaño y error que el no hacer cosas cuando se teme errar? Personalmente, y como forma general (con las asociadas excepciones que conllevan las formas generales), suelo preferir intentar cosas que me permitan "avanzar", o crecer como persona, o cualquier cosa que consideremos positiva, incluso cuando considero que incluyen un alto porcentaje de error; bien sea no conseguirlo el objetivo, o conseguirlo con un hipotético sobrecoste, siempre que las consecuencias parezcan holgadamente asumibles (esto, hablando claro, nos da un "Margen de cagadas" para que aunque la jodamos más de lo planeado aún sea algo remediable).

Para variar, voy a utilizarme a mi mismo como ejemplo (OH, SORPRESA; tengo un repertorio de experiencia en personas muy limitado, en general, a yo, lo siento); mi objetivo desde prácticamente siempre, desde que tengo el uso de memoria, ha sido ser escritor. Para ello, he estado siempre (con temporadas buenas y malas, "siempre") escrbiendo, incluso cuando sabía que ni estaba centrado para hacerlo, o no me encontraba fluido, o simplemente no me salía más que basura. En esos casos, me ha gustado escribir, por un lado para acostumbrarme (o re-acostumbrarme), y por otro para coger la práctica, aunque considerase que no fuese a salir nada bueno de ahí.

Como contraparte, voy a mencionar a mi otro yo malvado, (se llama y se apellida también Carlos Garrido, aunque no tengo la suerte de contarlo entre mi familia), que también disfruta de la escritura, pero a pesar de tener una capacidad para escribir de una forma mucho más detallista y elaborada que la mía, trabaja poco y en temporadas demasiado separadas; generalmente porque no le convence lo que escribe (lo que le lleva a no escribir), o porque no se cree capaz de continuar escribiendo (lo que le lleva a no escribir), con lo que termina no escribiendo, hasta que las ganas de escribir terminan volviéndole a echar hacia adelante, y afortunadamente no lo ha dejado aún, pese a haber escrito el mismo principio miles de veces, y espero que nunca lo deje.

Con este ejemplo / comparación, puedo ilustrar que la novela en la que he estado años trabajando ha tenido varios principios (y ha terminado siendo una idea para varios libros consecutivos), y hoy por hoy, es una parte muy pequeña de lo que a mí me habría gustado que fuese. Pese a ello, es una novela que ya lleva sus más de 300 páginas de word, un mapa (hecho 2 veces, gracias a mi incapacidad para preveer una rotura del disco duro) sin terminar, pero que va creciendo conforme voy escribiendo, y un documento donde voy añadiendo datos (culturas, países, tipos de ropa que puedo utilizar, hierbas con usos, y todo tipo de tonterías a las que le puedo encontrar siquiera una mención)

He aquí un recorte del rotochop (que también me ha dado infinidad de problemas) con un trozo de lo que llevo hecho de mapa, del que estoy asequiblemente orgulloso:



Y aquí otro del sistema básico que estoy utilizando para tener una idea básica de la "stuación" de cada región



El proyecto, es, en definitiva, un desierto de huecos, puntos vacíos y problemas que hay que solventar, pero después de tanto tiempo, es un proyecto que aunque sea a trancas y barrancas, avanza. Cojito, cayéndose todo el tiempo, pero al fin y al cabo avanzando.

Esto, que como comentaba al principio puede parecer un consuelo bastante humilde, a mí me resulta hoy por hoy algo muy alentador, y una de las pocas cosas de las que uno puede llegar a estar "seguro" (en cuanto a que siempre van a estar ahí), y aunque sea a un ritmo completamente cuestionable, siempre es preferible tener alguna seguridad en lo que se hace, y la única forma de hacer las cosas bien, es aprendiendo cómo no hacerlas mal (y ni siquiera esto nos dará una seguridad absoluta, aunque si nos ayudará a sentirla como tal), y como comentaba al principio, eso se aprende a fuerza de ensaño y error, principalmente.

Como dato final, dejaré una anécdota, y es que si os fijáis en la distribución tierra-mar del mapa y conseguís dejar de lado las letras y las montañas, veréis que la estructuración lógica era el mar donde está la tierra y vice versa. Un detalle al que le estuve dando vueltas durante días, tras lo que llegué a la conclusión de que en algún punto mi subconsciente decidió poner tierra y agua del revés.

Buenas noches y como siempre gracias por leer (especialmente estas entradas autoconclusivas y siesas)


Carlos Garrido



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