9/28/2012

Y nunca digas nunca

"Recuerda siempre lo que quieres, y nunca olvides lo que hiciste.
Que el siempre y el nunca son absolutos,
 que los absolutos no existen.

Recuerda, mientras puedas,que eres lo que eres por lo que aprendiste"

Carlos Garrido


9/24/2012

Fragmento

"Aún recuerdo la encrucijada de aquel despoblado. Había dormido en Daelleth o Kaelleth, o algún lugar de mala muerte con un nombre similar. En cierto modo, aquel día fue un poco como una prueba más de la realidad que nos envuelve, de lo bien que se entremezcla la realidad con los los elementos de las historias, como los caballeros y los dragones, la justicia  y el bien. Era un asentamiento en el sur, cerca de un cenagal, así que había humedad. Humedad y un calor asfixiante. Tampoco se puede decir que los efluvios asulfurados oliesen bien, de forma quería largarme de aquel lugar, y así lo dispuse después de haber terminado el trabajo. Pero olvidé que a veces, surgen héroes. Incluso entre los más bajos estamentos. Como en las historias, cuando un dragón aparece grande, majestuoso, imponente, siempre surgen de entre la nada diversos personajes dispuestos a acabar con su existencia, en la realidad también surgen héroes del anonimato cuando el oportunismo les parece conferir una oportunidad. Incluso si el dragón no ha dañado a nadie, su cabeza sigue valiendo un nombre y un título.

En una ocasión traté de explicarle a los norteños, aquellos que aquí llaman "salvajes", que lo que ellos consideran una forma de obrar justa, noble y heroica, en estas tierras, te puede traer, a lo más, una daga en la espalda mientras duermes,una flecha por la espalda o un sablazo en una encrucijada. De la misma forma que aquí no entenderían su concepto del honor o de la justicia, ellos no entendieron mi perspectiva.


Y sin embargo, olvidé los peligros de presentarse como un cazarrecompensas exitoso en una posada de mala muerte de un pueblo de mala muerte, llena de lugareños. Al fin y al cabo, lugareños de mala muerte. Olvidé que incluso en esas situaciones surgen héroes del anonimato, dispuestos a jugarse la vida por cazar una cabeza que promete fortuna, prestigio y respeto.


Por supuesto, lo que a día de hoy puedo decir que he sacado en claro de aquella situación, es que quien ignora las advertencias del destino y quien, contra todo pronóstico se lanza a cometer heroicidades a todas vistas por encima de su capacidad, independientemente de lo que busque, no hallará sino un fracaso estrepitoso.


Ya que, al fin y al cabo, hasta el más manso de los dragones resulta inclemente cuando se ve amenazado. Hasta los niños chicos lo saben; es por mala fortuna que a veces olvidamos cosas concretas en el momento concreto, y terminamos corriendo contra las fauces del dragón sin tener, a todo esto, un argumento que justifique nuestra carga o una razón para pensar que podría tener éxito.


Y por supuesto, al final el dragón brama, lucha y ruge. Al final el dragón siempre ruge"



Carlos Garrido